La vuelta al mundo de Francis Drake corsario y explorador de los siete mares

Francis Drake corsaro

El mar, por Sir.
Francis Drake
Era mucho más que una extensión de agua por la que desplazarse.
Fue el escenario de grandes aventuras, batallas épicas y una búsqueda implacable de las riquezas del Nuevo Mundo.
Corsario y navegante, fue el primer inglés que circunnavegó el globo (por encargo de la reina Isabel I), hazaña que marcó un capítulo crucial en la historia de la exploración.

En este artículo, te guiaremos a través de un viaje por los siete mares, siguiendo los pasos de Drake y redescubriendo lugares que, siglos después, siguen haciendo soñar a viajeros de todo el mundo.

Francis Drake el corsario al servicio de la corona inglesa

Sir Francis Drake, explorador, corsario y finalmente vicealmirante de la Marina Real Inglesa, nacido en Tavistock, Inglaterra, hacia 1540, fue ante todo un gran marino, famoso por ser el primer navegante inglés que completó la circunnavegación del globo entre 1577 y 1580.

Pero su fama no se debió sólo a sus viajes: Francis Drake era también un corsario autorizado a saquear barcos españoles, adversarios de Inglaterra en el control de los mares.
Su extraordinario viaje cambió para siempre las relaciones entre Inglaterra y España, dando lugar a la Guerra Anglo-Española.

El Pacto con el Diablo para Gobernar los Vientos

Algunas historias presentan a Francis Drake como un héroe, otras como un pirata despiadado, incluso sospechoso de tener vínculos con fuerzas ocultas.

Sus numerosas incursiones contra barcos y puertos españoles durante sus campañas en el Nuevo Mundo le valieron el apodo de El Draque, una deformación de su nombre que significa «el dragón» en español.
El término «dragón» tenía una connotación diabólica, dada la devastación que causaba allá donde iba.

Drake no se limitó a saquear, sino que llevó a cabo campañas bélicas en toda regla, sembrando el terror en las costas de la América española.
Su habilidad para aparecer de repente y desaparecer rápidamente, sin que los defensores pudieran detenerle, alimentó su fama casi sobrenatural.
Para muchos españoles de la época, Drake era una figura maligna, un agente del mal que operaba con el favor del mismísimo diablo.

Una de las leyendas más persistentes sobre Francis Drake es que hizo un pacto con el diablo para completar su circunnavegación del globo.
Según esta historia, Drake vendió su alma a cambio de controlar los vientos y las olas, una habilidad esencial para sobrevivir a los peligros del océano.

Se decía que, durante sus hazañas, su barco, la Cierva de Oro, era propulsado por una fuerza misteriosa que le permitía capear tormentas, encontrar tesoros y escapar de sus enemigos con una facilidad casi mágica.
Sus habilidades de navegación y su suerte parecían tan extraordinarias que muchos pensaron que ningún hombre podía triunfar sin la intervención de lo sobrenatural.

El viaje alrededor del mundo de Francis Drake

La circunnavegación del globo por Sir Francis Drake entre 1577 y 1580 fue una hazaña que marcó una época y que no sólo consolidó su fama como navegante y explorador, sino que también tuvo importantes implicaciones políticas, económicas y militares para Inglaterra.

La Inglaterra de Isabel I competía con España por el control de los mares y las tierras recién descubiertas en el Nuevo Mundo.
Atacar barcos y puertos españoles era una parte clave de la estrategia inglesa para desestabilizar el dominio colonial español. Drake, nombrado oficialmente corsario de la reina Isabel, pretendía atacar los intereses españoles en las costas de Sudamérica y robar riquezas al Imperio Ibérico.

Uno de los principales objetivos de Drake era enriquecerse y enriquecer a la Corona británica.
La expedición también estaba diseñada para saquear las riquezas españolas, especialmente el oro y la plata de las colonias de Sudamérica.
Inglaterra vio la oportunidad de explotar las rutas comerciales ya exploradas por los españoles y obtener una ventaja en el comercio mundial.

Por último, además de los objetivos militares y económicos, también existía una auténtica ambición de exploración.
Drake y sus contemporáneos querían explorar nuevas rutas marítimas e identificar nuevas tierras y recursos.
Circunnavegar el globo también permitió cartografiar zonas desconocidas, como la costa del Pacífico, que aún no había sido explorada en detalle por los europeos.

¿Cuáles son los siete mares a los que se enfrentó el viaje de Francis Drake?

El término«siete mares» evoca la imagen de vastas extensiones de agua por explorar.
Aunque históricamente los siete mares tienen distintos significados según las épocas, en el contexto del viaje de Drake se puede hablar de siete mares refiriéndose a las distintas zonas oceánicas que atravesó.

1. Océano Atlántico (Europa y África)

El viaje comenzó en diciembre de 1577 desde el puerto de Plymouth (Inglaterra).
Drake y su tripulación se dirigieron hacia el Atlántico Sur, bordeando África Occidental.
La primera parada importante fue Cabo Verde, donde Drake repostó.
Hoy, Cabo Verde es un destino fascinante para los amantes del mar, con playas tranquilas y cultura criolla.

2. Océano Atlántico Sur (Sudamérica)

Uno de los retos más difíciles de Drake fue cruzar el Estrecho de Magallanes, al sur del continente sudamericano.
Este paso, entre el Atlántico y el Pacífico, era conocido por sus violentas tormentas y aguas traicioneras.
Aquí se perdieron muchos barcos. Hoy en día, la Patagonia y Tierra de Fuego son destinos ideales para los amantes de la naturaleza extrema, con sus paisajes salvajes y ventosos.

3. Océano Pacífico (Costas de Chile y Perú)

Una vez cruzado el Estrecho, Drake se convirtió en el terror de los barcos españoles que operaban a lo largo de la costa occidental de Sudamérica.
Durante su travesía, atacó puertos y barcos mercantes en Valparaíso (Chile) y Callao (Perú), amasando grandes cantidades de oro y plata.

Estas ciudades son hoy destinos turísticos ricos en cultura e historia colonial. El Callao, en particular, es el principal puerto de Lima y un lugar donde se pueden visitar antiguas fortificaciones y museos marítimos.

4. Océano Pacífico Norte (California)

Siguiendo hacia el norte, Drake se detuvo en una región a la que llamó Nova Albion, identificada actualmente como la costa de California.
La ubicación exacta sigue siendo incierta, pero muchos creen que es la actual zona de Point Reyes, cerca de San Francisco.
La costa de California, con sus impresionantes paisajes y parques naturales, es uno de los destinos más populares para los viajeros modernos.

5. Océano Índico (Indonesia)

Cruzando el Pacífico, Drake llegó a las islas Molucas, en Indonesia, famosas por sus especias, que en aquella época se consideraban más valiosas que el oro.
Aquí Drake encontró una cálida bienvenida por parte del sultán local.
Hoy, las Molucas son un paraíso para los amantes de la naturaleza virgen y el submarinismo.

6. Océano Índico Meridional (Cabo de Buena Esperanza, Sudáfrica)

El viaje continuó hacia el sur, pasando por el Cabo de Buena Esperanza, el punto más meridional de África.
En aquella época, era una de las paradas más peligrosas para los navegantes, debido a las violentas corrientes y tormentas.
Hoy, Ciudad del Cabo es una de las principales ciudades del continente africano, con una combinación única de historia, cultura y paisajes espectaculares, como la famosa Montaña de la Mesa.

7. Océano Atlántico (Regreso a Inglaterra)

Tras circunnavegar el globo, Drake y su tripulación regresaron a Plymouth en septiembre de 1580.
Drake era un héroe para los ingleses, un símbolo del poder marítimo y un pionero que había abierto nuevas rutas al comercio y la expansión ingleses.

Las principales etapas del viaje de Drake

La circunnavegación de Francis Drake comenzó en diciembre de 1577 y duró casi tres años, con hitos que hoy pueden remontarse para comprender el alcance de su viaje.

Salida de Plymouth (diciembre de 1577)

Drake zarpó del puerto de Plymouth con una flota de cinco barcos.
El más importante era el Golden Hind, rebautizado así durante el viaje.
La expedición comenzó bajo un velo de secretismo, oficialmente como una misión de exploración, pero con el objetivo de atacar las colonias españolas.

Costa de África Occidental y Cabo Verde (1577-1578)

Drake hizo una primera escala en la costa occidental africana para repostar y luego navegó hacia el Atlántico Sur.
Atacó algunos barcos portugueses y españoles por el camino, una acción típica de su misión corsaria.

Patagonia y Estrecho de Magallanes (agosto de 1578)

Uno de los retos más difíciles del viaje fue el paso por el Estrecho de Magallanes.
Tras bordear Sudamérica, Drake consiguió completar el cruce del estrecho, escapando de las peligrosas tormentas y vientos furiosos característicos de la zona.
Sin embargo, su flota sufrió pérdidas, con varios barcos perdidos o destruidos.

La costa oeste de Sudamérica (Chile y Perú, 1578-1579)

Tras cruzar el estrecho, Drake comenzó a saquear los puertos españoles de la costa pacífica de Sudamérica, realizando incursiones en Valparaíso, Arica y Callao (Perú).
Uno de sus golpes más exitosos fue la captura del Tesoro de Cacafuego, un barco español cargado de oro y plata.

California (1579)

Drake se dirigió hacia el norte, desembarcando en un lugar al que llamó Nova Albionque hoy se cree que es la zona de Point Reyes, California.
Aquí reparó su barco y entró en contacto con los pueblos indígenas.
Aunque no se estableció una colonia inglesa, este episodio sigue siendo importante en la historia inglesa de la colonización de América.

Las islas Molucas (1580)

Siguiendo hacia el oeste, Drake cruzó el Pacífico y se detuvo en las islas Molucas (en la actual Indonesia).
Aquí recibió una calurosa bienvenida de los sultanes locales, que vieron en él un aliado potencial contra los portugueses. Las Molucas eran un centro neurálgico del comercio mundial de la época, sobre todo de especias como la nuez moscada y el clavo.

Cabo de Buena Esperanza (1580)

Tras navegar por el océano Índico, Drake dobló el cabo de Buena Esperanza, en el sur de África, una de las rutas marítimas más peligrosas debido a las corrientes y las tormentas.
Tras pasar el cabo, se acercaba al final de su viaje.

Regreso a Plymouth (septiembre de 1580)

Drake regresó triunfante a Plymouth en septiembre de 1580, completando su segunda circunnavegación del globo después de Magallanes.
A su regreso, fue aclamado como un héroe y fue nombrado caballero por la reina Isabel I, que embarcó en el Golden Hind para honrarle con el título.

El viaje de Francis Drake por los siete mares fue una de las hazañas más épicas del siglo XVI, y contribuyó a definir el ascenso de Inglaterra como potencia naval.
Hoy, muchos de los lugares por los que pasó Drake son destinos importantes que cualquier viajero podría explorar.

Para quienes deseen seguir hoy los pasos de Francis Drake, hay muchas oportunidades.
Los cruceros alrededor del mundo pueden reproducir parte de su itinerario, visitando muchos de los mismos puertos, desde Ciudad del Cabo hasta Lima.
O, para quienes prefieran un viaje por su cuenta, es posible planificar una vuelta al mundo en avión o en barco.

Una forma más aventurera de seguir a Drake es desandar parte de la ruta por mar, con yates o expediciones privadas.
Estas experiencias proporcionan la vivencia completa de navegar por algunos de los mares más fascinantes del mundo, como el Pacífico Sur y el Atlántico Norte.

¿Fue Sir Francis Drake un corsario, un explorador o un héroe?

Si has llegado hasta aquí leyendo este artículo, seguramente la pregunta que te estás haciendo es la siguiente.
Francis Drake fue tanto un explorador como un corsario, una figura compleja y polifacética que desempeñó ambas funciones con gran éxito.
Y en su época, entre 1500 y 1600, estas dos funciones no estaban necesariamente reñidas. En su propia vida, Drake fue capaz de conciliar la exploración y la piratería, persiguiendo a menudo ambos objetivos simultáneamente. No hay que olvidar que, además de ser considerado explorador y corsario, Francis Drake es también oficialmente un héroe.
Obviamente, desde el punto de vista de la reina Isabel I de Inglaterra le concedió oficialmente el título de Sir.
Su connotación heroica, bien mirado, depende precisamente de su doble papel de explorador y corsario, enemigo jurado de España, acérrimo rival de la Corona inglesa.