¿Existe un lugar sin mosquitos? Sí Islandia: viaje a la isla anti-picazón

luogo senza zanzare islanda

Afortunadamente, hay un lugar en el mundo donde los mosquitos no existen: ¡Islandia! Sí, así es, la isla de hielo y fuego donde estos molestos insectos nunca han puesto el pie. Veamos por qué.

Ah, los mosquitos… ¡esos pequeños vampiros alados que parecen haber hecho un pacto secreto con el verano para arruinarnos las tardes al aire libre! ¿Alguna vez has estado de acampada, de picnic o simplemente sentado en el jardín, y te has encontrado rascándote desesperadamente cada dos minutos? Esas picaduras que pican, el molesto zumbido que te hace saltar de la silla, y luego la hinchazón que parece un pequeño volcán en erupción sobre tu piel… En resumen, ¡los mosquitos son de los peores enemigos de la relajación!

Y no se trata sólo de picores: los mosquitos también son portadores de enfermedades peligrosas, como el dengue, la malaria o el virus del Zika, y en algunas partes del mundo pueden causar graves problemas de salud. En resumen, no sólo son molestos, también pueden ser peligrosos.

¿Por qué no hay mosquitos en Islandia? Spoiler: ¡no es sólo el frío!

Surge la pregunta: ¿cómo es posible que no haya mosquitos en Islandia, cuando en lugares más fríos como Groenlandia o Siberia sí los hay? Cuando se piensa en la ausencia de mosquitos, la primera idea que viene a la mente es «por supuesto, hace demasiado frío para ellos». Pero no es tan sencillo. Si sólo fuera cuestión de bajas temperaturas, Groenlandia y Siberia tampoco tendrían mosquitos… ¡pero los hay!

Lo cierto es que en Islandia entra en juego una mezcla especial de factores que crea un entorno letal para los mosquitos. Veámoslos juntos.

 

El suelo volcánico de Islandia: una auténtica «piscina tóxica» para las larvas de mosquito

Islandia es famosa por su origen volcánico. Bajo los pies de la isla yace un suelo rico en minerales y sustancias químicas procedentes de erupciones volcánicas: azufre, cloruros, sulfatos y metales pesados en cantidades mucho mayores que en casi cualquier otra zona templada del planeta.

Pero, ¿qué tiene esto que ver con los mosquitos?

Las larvas de mosquito se desarrollan en aguas estancadas, que son como viveros perfectos para un insecto. En Islandia, sin embargo, estos «viveros» tienen unas características químicas muy especiales debido al suelo volcánico: las aguas contienen elementos como azufre y metales en concentraciones tales que son tóxicas o, como mínimo, inadecuadas para el desarrollo de las larvas.

Por tanto, esta composición química particular dificulta o incluso imposibilita que las larvas de mosquito sobrevivan y completen su ciclo vital. En la práctica, aunque algunos mosquitos se aventuren a poner huevos, éstos no tienen ninguna posibilidad de crecer, muertos por el entorno «hostil» en el que se encuentran.

Islandia sin mosquitos

Aislamiento geográfico: el «castillo» islandés difícil de conquistar para los mosquitos

Otro gran aliado de Islandia en su lucha natural contra los mosquitos es su aislamiento geográfico. La isla está lejos del continente europeo y americano y también de otros archipiélagos: está rodeada por un mar frío y a menudo agitado que dificulta enormemente el paso de los insectos voladores.

Los mosquitos no son grandes migradores naturales: no vuelan cientos o miles de kilómetros sobre mar abierto. La mayoría de las veces se desplazan «en racimos» siguiendo las corrientes de aire o transportados accidentalmente por animales, plantas o vehículos.

Islandia, por tanto, funciona un poco como un«castillo fortificado«: aunque se transportaran unos pocos mosquitos a la isla, la escasa probabilidad de llegada combinada con las prohibitivas condiciones ambientales (frío, suelo volcánico, agua tóxica) significan que ninguna colonia de mosquitos podría establecerse y reproducirse en Islandia.

El tiempo loco de Islandia: el asesino de las pupas de mosquito

Islandia tiene inviernos que parecen un fenómeno de la naturaleza, con ciclos continuos de heladas y deshielos. Las pupas de mosquito, que se supone que eclosionan en primavera, se dejan engañar por estas «falsas alarmas»: se despiertan demasiado pronto, pero el regreso de las heladas las extermina sin piedad.

Este «juego de congelación » impide que los mosquitos completen su ciclo vital y garantiza que no pueda sobrevivir ninguna nueva generación.

Islandia sin mosquitos

Pero cuidado: Islandia no es un paraíso sin insectos molestos

No te engañes, en Islandia no todo es perfecto. Hay un «pequeño» detalle: los mosquitos (también llamados jejenes o insectos chupadores de sangre). Estos diminutos insectos pueden ser bastante molestos, sobre todo alrededor del lago Mývatn, famoso por su abundancia.

Así que, si crees que puedes escapar de cualquier molestia voladora, prepárate para encontrarte con estos pequeños huéspedes islandeses. Afortunadamente, no pican con la misma intensidad y peligro que los mosquitos.

El cambio climático: ¿un peligro para la «zona libre» de mosquitos?

Una última nota importante: el clima mundial está cambiando e incluso Islandia podría volverse más amigable para los mosquitos en el futuro. Con veranos más cálidos e inviernos menos rigurosos, podría inclinarse el delicado equilibrio que impide que los mosquitos se asienten.

Así que, ¡disfruta de este pedazo de paraíso libre de mosquitos mientras puedas!

Islandia sin mosquitos

P.D. ¿Para qué sirven los mosquitos y por qué, después de todo, son necesarios?

En primer lugar, son una fuente de alimento insustituible para muchas especies animales. Aves como las golondrinas y las garzas, murciélagos que se alimentan de insectos voladores, anfibios e incluso peces dependen de los mosquitos, tanto en su fase larvaria como adulta, para su supervivencia. Eliminar completamente los mosquitos pondría en peligro a estos animales y, en consecuencia, desequilibraría ecosistemas enteros.

Además, algunas especies de mosquitos son polinizadores: visitan las flores y contribuyen a la reproducción de las plantas, cumpliendo una función que muchos nunca asociarían a estos molestos insectos.

En resumen, aunque son la némesis de las noches de verano y un reto para la salud pública, los mosquitos son parte integrante de la red de la vida. Un mundo sin mosquitos no es sólo un sueño de tranquilidad, sino un cambio que podría tener consecuencias impredecibles y a menudo negativas.

Así que, la próxima vez que te quedes rascándote la picadura, recuerda: hay un pequeño pero importante engranaje de la naturaleza detrás de esa molestia. Por suerte, en Islandia este problema no existe… ¡al menos por ahora!