Descubriendo Attu, ¿es realmente posible vivir en una isla desierta?

Isola deserta Attu Alaska

¿Quién no ha soñado alguna vez con dejarlo todo y mudarse a una isla desierta? Un trozo de paraíso sin horarios, jefes malhumorados ni vecinos ruidosos, donde el único problema es elegir la concha más bonita para la colección. Para mucha gente, un lugar remoto en medio del mar representa la escapada perfecta, y de todas las islas olvidadas por el mundo, la isla desierta de Attu, en Alaska, podría parecer una elección perfecta, aunque extrema. Por supuesto, pero antes de hacer las maletas y despedirte de todo el mundo con un poético «¡Adiós, civilización!», quizá sea mejor comprender lo que significa realmente irse a vivir a un lugar como la isla de Attu, la más occidental del archipiélago de las Aleutianas, entre los gélidos vientos del Pacífico Norte y la extrema frontera estadounidense.

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El encanto de la isla desierta, ¿realidad o fantasía?

Según una investigación conjunta de Ipsos y el interesante sitio web Docastaway (una empresa que organiza experiencias en islas inaccesibles), el deseo de vivir en una isla desierta sigue estando bastante extendido entre un buen número de personas que admiten anhelan escapar de la civilización y llevar una vida más sencilla. Pero cuidado: una cosa es soñar con vivir en una isla desierta y otra muy distinta es hacerlo. Especialmente cuando se considera un lugar, como la isla de Attu, tan remoto y salvaje, donde sólo la idea de tener que encender un fuego sin mechero podría asustar a varios aspirantes a Robinson Crusoe. Sin embargo, resulta que quienes estén realmente decididos a alejarse de todo pueden encontrar en la isla de Attu una opción fascinante… o, al menos, tan remota que no pueda ser alcanzada fácilmente por los intrusivos suegros.

Cómo llegar a la isla desierta de Attu: una pequeña carrera de obstáculos hacia Alaska

Puede que ya lo hayas adivinado, Attu no es exactamente la isla caribeña donde te traen cócteles en cocos y te balanceas en una hamaca a la sombra de las palmeras. Para llegar allí, tienes que estar preparado para una auténtica odisea: la isla de Attu se encuentra en el extremo occidental de las Aleutianas, en Alaska, a más de 1.600 kilómetros de cualquier signo de civilización. No hay vuelos directos, ni transbordadores regulares, y mucho menos barcos de alquiler. Sólo las expediciones científicas o los aventureros con una buena dosis de valor y una cartera más bien regordeta pueden poner el pie en Attu, con permisos especiales, por supuesto.

La isla de Attu y la Segunda Guerra Mundial, cuando la isla no estaba desierta

Quizá no todo el mundo sepa que la isla de Attu, en Alaska, fue escenario de una batalla durante la II Guerra Mundial. En 1943, las fuerzas japonesas ocuparon la isla, el único territorio estadounidense invadido durante el conflicto. Los estadounidenses reconquistaron Attu, pero a costa de muchas vidas y de encarnizados combates en condiciones extremas. Aunque hoy la isla es un lugar silencioso y desolado, aún quedan vestigios de una historia que pocos conocen. Esta aura de misterio y aislamiento no hace sino aumentar la fascinación de la isla desierta de Attu, que sin embargo -también gracias a esta historia- parece gritar a los cuatro vientos que no es el lugar ideal para una vida tranquila.

isla desierta Attu AlaskaCiudad de la Armada Americana para luchar contra los japoneses

No lejos de Attu, en la isla de Adak, Estados Unidos construyó Navy Town, una base militar estratégica y punto central de las operaciones de la II Guerra Mundial en las Aleutianas.

Desde aquí, las fuerzas estadounidenses coordinaron ataques para contrarrestar la ocupación japonesa de Attu y Kiska. Irónicamente, mientras que hoy en día la gente sueña con escapar a una isla desierta, Adak estuvo antaño repleta de soldados y maquinaria militar, lo que demuestra cómo incluso los rincones más remotos del mundo pueden transformarse en centros neurálgicos de la historia.

Curiosidades sobre las islas desiertas como Attu: ¿Quién quiere realmente vivir así?

Aparte de unos pocos valientes, la mayoría de nosotros nos limitamos a ver programas como Bear Grylls o la célebre película Náufrago para hacernos una idea de cómo sería la vida en aislamiento. Son muchos los que sueñan con irse a vivir a una isla desierta, pero ¿cuántos lo hacen realmente? Muy pocos, principalmente porque vivir sin frigorífico ni smartphone es una hazaña que sólo un porcentaje ínfimo de personas está dispuesto a emprender.

Alguien, sin embargo, llegó a una isla desierta

Isla desierta Attu AlaskaSin embargo, hay algunas comunidades que han conseguido establecerse en islas remotas, como Santa Elena o Tristán da Cunha, aunque en condiciones mucho más accesibles que Attu. Han creado comunidades autosuficientes y bien organizadas, demostrando que vivir aislado puede ser posible, pero sólo con los medios adecuados y un poco de tecnología. .

En conclusión, ¿vivir en la isla desierta de Attu, en Alaska, es un sueño imposible?

Vivir en Attu parece, en última instancia, más una fantasía que una posibilidad real. Aunque el encanto de una isla desierta puede resultar irresistible para muchos, la cruda realidad es que la isla desierta de Attu, en Alaska, es uno de los lugares menos hospitalarios del planeta. Si de verdad quieres vivir una experiencia en una isla deshabitada, quizá quieras probar con una breve aventura turística, el tiempo justo para publicar unas cuantas fotos y volver a casa, donde te esperarán con los brazos abiertos una ducha caliente y una cama cómoda.